miércoles, 3 de abril de 2013

Bitcoin: Salmo esceptico

Hace muchos años, una de las primeras formas de intercambio, ya avanzada la comunidad primitiva fue el trueque.
Hoy día, existen demasiados medios de información, en tiempo real y extendido en todo el mundo.
Podríamos ahondar el tema histórico de lo que representa la moneda y su respaldo físico. El princio se basa en un acuerdo, tiene un valor de intercambio, permite que las personas en ese común acuerdo, compre, venda o realice contratos. La economía se fue complejizando. Una moneda antes tenía un equivalente en común acuerdo a algo valioso, uno de esos patrones fue el oro, pero después casos como el del dolar, sencillamente se desvinculó tal respaldo, y se basó en un contrato de confianza en el emisor, es decir el gobierno estaunidense y sus bancos de respaldo. Cabe decir, por qué llega a funcionar este acuerdo, sencillo, tienes poder para pagarlo. Lo que produces o lo que explotas de otros países puedes retribuirlo a su gente, y resulta una forma transparente a toda persona que trata con ello. Ahora, cuando esto se hace una referencia mundial, se debe a que tiene un poder de acuerdo global, dicho acuerdo no siempre ha sido democrático, es hasta cierto punto impuesto por el que más produce o el que más puede respaldar una moneda.
Varias crisis económicas mundiales se han producido desde los años veinte del siglo veinte hasta nuestro siglo ventiuno. Una crisis económica mundial se da ahora, y al parecer se debió en lenguanje común, a una compra de compra de deudas, que se vendían y se siguen vendiendo entre un sistema, que da esperanza mientras aprieta el cuello. Tales deudas se hacían insostenibles y al final pocos sacaron provecho de esto, afectando a muchos. Lo interesante es que siendo la moneda un común acuerdo, también permite poner reglas y condiciones a quines la necesitan, y esto va desde el que tiene hambre y sed hasta el que simplemente desea darse un lujo o una "mejor" vida.
Ahora existen las tecnologías suficientes para crear formas de intercambio. Hay conexión en las redes sociales, también se da transacciones comerciales mediante la red, puedes descontar dinero, o tener cuentas con dinero virtual, pero ellas de alguna manera siempre han tenido un ente emisor o respaldo. Ahora, si bien se habla de una nueva moneda, la cual cuenta con n mil operaciones de autenticación y seguridad, y se habla de mineros virtuales y cualquier cantidad de complicaciones para llegar a establecer una operación comercial mediante la confianza y dinero real que proviene del esfuerzo de usuarios que deciden unirse a la red de esta propuesta llamada Bitcoin, ¿Acaso no es más fácil realizar el trueque por medios informáticos? Por lo menos el trueque es una vía posible, el problema es que principalmente, una de las cosas que desea el que compra o vende un producto es la confidencialidad, pero hay una posibilidad común y básica. Por otro lado siempre se plantean preguntas base cuando se habla de valor, cuánto vale el trabajo, porqué el trabajo de alguien puede valer más que otros, esto también trae un conflicto, como lo puedo registrar en base a lo que puedo comprar. El dinero es la energía potencial acumulada producto de un trabajo realizado, al menos en lo que respecta a las personas normales que trabajan ( un porcentaje importante de los siete mil millones de personas que habitamos el planeta actualmente) desde el que cosecha arroz en un campo, el que pone un ladrillo en una pared, acarrea un saco, crea un plano o diseña un circuito electrónico. Cómo hacer para ponerlo en común acuerdo. Cómo satisfacer su consumo. Será que solo el dinero virtual podrá hacer el milagro de superar las crisis. Creo que en cierto sentido ayuda si existe dicho acuerdo y no se especula con el. Pero lo que he leído hasta ahora es que existen especie de mineros que depositan y compran y ofertan tal moneda, y crean la moneda a partir de la complicación, cosa que parece una cadena especulativa tipo empresa piramidal. Creo que alguien intenta crear el juego, pero en el fondo la trampa puede ser que el común establecido por la ley de Pareto, está que el individuo siga perdiendo.