lunes, 13 de septiembre de 2010

Teoría de la información y política

   En los años 50 se manifiesta el auge de la teoría de la información, en la cual se destacaría Claude Shannon por la publicación en 1948 con una investigación que se llamara Una teoría matemática de la comunicación. En tal publicación se hace referencia acerca de una medida para la información, la cual ya fuera publicada por otros investigadores cerca de tres décadas antes.

   Dicha medida de la información trata el aspecto predictivo de ocurrencia de cualquier evento, en la cual, se concluye, una correlación inversa entre cantidad de información y predictibilidad de los eventos. Dicho de otra forma, si algo es predecible, menos información trae.

   Partiendo de este hecho el ser humano se caracteriza por su necesidad de recibir y generar información. Si se parte del análisis colectivo, las relaciones humanas, familiares y sociales, son una urdimbre de seres que se alimentan y generan información.

   El aspecto débil de esta teoría está en analizar la información independientemente de los aspectos semánticos de la comunicación, pero (citando a Galileo) "y sin embargo se mueve"; el aspecto cuantitativo tiene sentido. Al menos como boceto de gruesas lineas que manifiesta algunas expresiones del rostro. Un caso típico que va desde una colonia de monos que aprenden a lavar batatas, hasta los descubrimientos cientifico-técnicos de la actualidad.

   El ser humano requiere información y muy concienzudamente se planificó el aspecto de mantener a los seres humanos "informados" para "consolidar su esencia", tener un individuo "exitoso", una familia "realizada", una sociedad "desarrollada" (perdones las reiteradas comillas, porque son bien intencionales). El aspecto matemático ya había sido estudiado por algunos muy poderosos planificadores del sistema, los que constituyen el viejo orden mundial con jactancias de Un Nuevo Orden, derechistas del derecho (a la explotación) y algunos siniestros "izquierdistas". La información es parte del hombre y en lo que todo se vuelve predecible y controlado hace que el neocortex del homosapiens se sienta infeliz, insatisfecho,  a pesar que se tenga cubierta sus necesidades físicas y fisilógicas. Pero si se observan sociedades con "grandes síntomas de libre albeldrío", el individuo convencido tiene una sensación de "felicidad", así se encuentre en pusilánime estado. 

   Nuestros "amigos" del poder, supieron de antemano como manejar las cosas.